21 noviembre 2006

EL CAMINO


Anoche estuve releyendo un pequeño diario de viaje que me animé a escribir este verano, en mi visita a México, mi reencuentro con Víctor. Son cuatro páginas mal escritas, con demasiados momentos de introspección, pero dos sensaciones perduran después de repasarlo: la ausencia y la libertad.

Dejé el ancha echada en el Mediterráneo, no sé si me entenderéis, pero el resto me lo reservo. Esa era la ausencia. Por otra parte, me sentí feliz de moverme sola, de sentirme aventurera, de superar los obstáculos venciendo miedos, desenvolviéndome en lugares y espacios ajenos. Llegar a Atlanta, recorrer pasillos con mi mochila... Esa era la libertad.
Me gusta moverme, me gusta el camino, me gustan las mujeres y me gusta el vino!!! Jajajaja
Si os apetece compartir algún momento especial relacionado con un viaje, ya sabéis que éste es un espacio común, abierto.
En el próximo capítulo os explico mi ECM (Experiencia Cercana a la Muerte) vivida en Oaxaca...


Besos

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