23 enero 2007

MÁS CINE

Coinciden en cartelera, dos películas de temática similar, la búsqueda del sentido de la vida desde el prisma de la espiritualidad.

La primera, "Siddhartha" ( Conrad Rooks, 1972),ganadora de un León de Plata en la Mostra de Venecia de ese mismo año, está basada en la novela homónima de Hermann Hesse, escrita en 1922. Narra la vida de un joven, Siddhartha, hijo de un sacerdote brahman, que abandona la seguridad familiar para recorrer un camino incierto con los samanas, ascetas peregrinos, renunciando a todo para llegar al centro de su búsqueda, cambiando de dirección siempre en busca de su verdad, lo que le llevará enfrentarse con la vida, a conocer el placer, la ambición, la frustración… Ambientada en la India tradicional, el film muestra algunos aspectos mejorables a nivel interpretativo o de caracterización, pero estos detalles son prescindibles valorando otros tan magníficos como la fotografía (con una luz tamizada y evocadora), la música (mágica y embriagadora a cargo de Hemanta Mukherjee) y sobretodo la simplicidad de una historia trascendente, repleta de poesía visual.

La segunda, "Un buda" (Diego Rafecas, 2005), ganadora del Premio del Público en el Festival de Málaga de 2006, es una obra más actual, más urbana, con la que quizás resulte más fácil identificarse. Tomás, un chico de 27 años, porteño, hijo de desaparecidos, se encuentra inmerso en una búsqueda espiritual que lo aísla de la sociedad, de su novia, de su hermano… Es un inadaptado que se niega a diluirse en el medio, que encuentra en la meditación la salida a una vida repleta de carencias y frustraciones. El recorrido paralelo de su hermano mayor, nos ofrece el contrapunto racionalista de un profesor de filosofía extremadamente analítico. Con un guión firme, una buena descripción de personajes y unos diálogos bien estructurados, sólo se le puede achacar cierto efectismo gratuito a los recursos oníricos y un final no especialmente redondo, que quizás se entiendan si tenemos en cuenta que es la primera película de su director. A destacar la interpretación de Agustín Markert, emotiva, comedida e inquietante. Es una buena excusa para poner el freno, reflexionar, dialogar…

Tanto Hermann Hesse, como Conrad Rooks y Diego Rafecas, realizaron su propio viaje y sintieron después la necesidad de expresarlo, puestos a escoger, sería recomendable empezar por la novela: "He experimentado en mi propio cuerpo, en mi misma alma, que necesitaba el pecado, la voluptuosidad, el afán de propiedad, la vanidad, y que precisaba de la más vergonzosa desesperación para aprender a vencer mi resistencia, para instruirme a amar al mundo, para no compararlo con algún mundo imaginado o deseado, regido por una perfección inventada por mí, sino dejarlo tal como es y amarlo y vivirlo a gusto."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos dias!

Os comentaré una peli de la cual no esperé nada en concreto, que fui al cine sin ninguna pretensión en principio y, que a medida que se iba exponiendo ante mi, se hacía mas sugerente y mas cautivadora.

"La caja Kovak"
Ambientada en Mallorca, se va hilvanando una historia que hace partícipes a los protagonistas en una trama de misterios y enigmas de una forma bien guionizada y estructurada. Siguiendo el principio de Hitchcock en que el personaje no debe saber mas que el espectador, nos mantiene en vilo y nos va interesando de mas en mas.

Muy recomendable. Por cierto Timothy Hutton va dejando su papel de pelele en el filme, afianzando carácter al protagonista, resuelto y solvente.

Os invito a verla.

topillo.